¿Quién dijo crisis?

Estamos viviendo una crisis de confianza. Tras unos años de extrema confianza para conceder créditos, bueno para la economía, nos encontramos ahora en un momento de extrema desconfianza, no tan bueno para la economía. Básicamente, me refiero a economía en el sentido de dinero en el bolsillo y bueno o malo en función de si el bolsillo se llena o se vacía.
El problema es antiguo, tus cosas valen lo que otro está dispuesto a pagar por ellas y cuando hay desconfianza pocos se atreven a soltar el capital. De repente, tus cosas valen más bien poco y si, además, tus cosas y las de tus vecinos son más del banco que tuyas, el banco tiene mucho de nada y un gran problema. Así que, señores y señoras, el dinero de nuestros bancos puede ser humo y nuestras cuentas estar bien ahumadas.