Defensa doctoral: parte I

Hola mundo, después de una larguísima espera vuelvo a escribir en este diario. Y no sólo eso, además tengo algo que contar.



Resulta que ayer tuve la defensa privada del doctorado y resulta que no fue del todo mal. Imagínense la escena, en un lado de la mesa estaba el que aquí escribe y en el otro lado de la mesa estaban siete tiburones al acecho de su presa. Por suerte, al otro lado de la mesa también estaban mis dos promotores para impedir que se me hiciera demasiada sangre. Las normas son claras: que el candidato sufra pero que viva para contarlo.



Como las normas se respetaron, aquí estoy para contarlo. Primero, di una presentación de mi trabajo durante 25 minutos y después cayeron una lluvia de preguntas muy, pero que muy interesantes, o no. En total dos horitas de dimes y diretes.



Después de este "trámite", el jurado decidió concederme el privilegio de defender públicamente el doctorado. La fecha elegida es la siguiente: 18 de Diciembre, 15:00; marquen sus agendas. ¡Estáis todos invitados a Bruselas!

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