Monday, July 25, 2005

Pasaba por aquí, pasaba por allí, ningún teléfono cerca y no lo pude resistir...


El tiempo voló, y fugazmente se me escapó. Las vacaciones son historia y el trabajo vuelve a ser protagonista.
Tengo ganas de escribir cosillas, así que voy a resumir mis andanzas en este último mes.
Todo empezó una mañana en Bruselas. El despertador sonó a las cinco de la mañana y, mágicamente, a las siete me encontraba en un tren de alta velocidad rumbo a Hendaya a través de la Galia (están locos estos americanos). Sin comer ni beber, llegué a Donosti, donde Dani me acogió con los brazos abiertos y una familia muy agradable. Para saciar mi apetito voraz, recorrimos calles de pincho en pincho y de zurito en zurito. Lo pasamos bien, y la verdad es que aquí en Bruselas echo de menos su compañía...
La siguiente parada fue la morada de los Arizaleta-Caballero o Caballero-Arizaleta, pues el orden de los apellidos no afecta al matrimonio. Nada más llegar una estupenda cenita con Mirencita, que dimos por finalizada cuando una ráfaga de viento se llevó a nuestra sílfide. Bromas aparte, estar en el hogar de Míkel y Marta fue genial. No me cansaré de agradecerles su hospitalidad y sus cariñitos.
Desde este envidiable campamento-base, todo estaba preparado para enfretarnos a la legión de australianos que se habían hecho fuertes en las colinas de Santo Domingo. Afortunadamente, San Fermín nos aceptó como sus files súbditos y nos regaló unas maravillosas fiestas. Aunque suene a exageración, es muy probable que fueran los días más intensos de este año. Generaciones de Erasmus se multiplicaban por las calles y las anécdotas de tiempos pasados se amontaban en mi memoria. Por cierto, a pesar de estar más ebrio que sobrio, mantuve la dignidad propia de un benicarlando de pura cepa. Entre tanta maravilla sólo tengo una objeción, ¡qué difícil es poder dedicar mis sonrisas marca de la casa a diestro y siniestro!
Después de este nórdico paseo fui a Benicarló, pero ésa es otra historia...

1 Comments:

At 6:47 PM, August 02, 2005, Anonymous Anonymous said...

oooh, que bonito post! Eso resume bien los dias sanfermineros, extasis fiestero por todo lo alto, demasiado alto para mi, que desde entonces tengo vertigo. En fin, este finde hemos vuelto a las andadas aqui en bruselas, dejando el pabellon bien bajo como siempre. Quien dijo que el Coaster era un antro? ;)

 

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