Benicarló

Hay que ver que rápido pasa el tiempo cuando uno está de vacaciones.
En este mes pasado, y para abrir boca de cara a la semana de fiestas, tuve la visita de dos benicarlandos en Bruselas. Dichos benicarlandos responden a los nombres de David y Juanjo, y se caracterizan por pasarse el día hablando de mujeres y de volley, en este orden. Como en Bruselas las mujeres no son especialmente guapas y el volley-playa no se juega en las playas sino en las calles, se fueron un poco decepcionados de su visita europea.
Más tarde empecé las vacaciones propiamente dichas y llegué a casa el sábado en el que empezaban las fiestas patronales. Las fiestas se basan en las actividades que se desarrollan en la explanada de las peñas, y las peñas se pueden describir fácilmente comparándolas con un zoo, en cada caseta-jaula hay gente-animales haciendo el mono si les das cubatas-cacahuetes.
Pues eso, una semana de vivir con nocturnidad alrededor de una barra. Destacando que este año he estado a partes iguales en los dos lados de la barra, para servir y servirme ;)
Ahora que ya ha vuelto la normalidad me aburro un poco más, aunque confío en ponerme moreno y así demostrar que estuve en España, tierra de sol y toros!
Nota: Este mes también también ha sido importante por el descubrimiento del Amadeo, costillas a volonté...